9 d’octubre del 2010

El bullying escolar

El bullying escolar está de moda en nuestro país, ya que según las estadísticas, un 2% de los niños en España son víctimas de acoso escolar.

¿Qué entendemos por bullying escolar?
La palabra bullying proviene del inglés y en nuestro idioma significa: intimidación. El bullying escolar podría definirse como un acoso reflejado en actitudes agresivas continuamente repetidas, de uno o varios alumnos contra otro u otros (lo más habitual es el acoso de varios alumnos a un único alumno). 
Los alumnos que llevan a cabo el acoso a algún compañero, suelen hacerlo para imponerse sobre éste y creerse superiores. Esto lo consiguen a través de insultos, amenazas, agresiones, etc. En definitiva, el acosado sufre un maltrato psicológico, verbal y en muchos casos también físico.


La víctima, puede llegar a sentir: miedo, dolor, inseguridad, inferioridad, etc..

¿Cómo prevenir el bullying?
Tanto la familia como los educadores pueden ayudar a prevenir el bullying.

La familia es el elemento principal para dar una buena educación a los menores, ya que tienen que transmitirle una serie de valores, normas, y conocimientos. Los más pequeños tienen que saber gracias a su familia, lo que está bien, lo que no está bien, lo que se puede decir/hacer y lo que no.
En la mayoría de casos donde los alumnos presentan actitudes agresivas y de mal comportamiento, es debido a la falta de normas, la falta de comunicación entre la familia, e incluso a los conflictos, peleas, discusiones, que puedan haber en casa estando el menor presente.

El comportamiento ideal de la familia es:

  • Comunicación con los hijos.
  • Observar sus comportamientos (nerviosismo, estado de ánimo, rebeldía, fobia escolar, bajo rendimiento escolar, etc)
  • Controlar dónde va, con quién va, qué le interesa, a qué juega, etc.
  • Dejar claras las normas. Exigir que se cumplan.
  • Educar para relacionarse con los demás, buen vocabulario, etc.

- Los educadores y el bullying:
Es esencial la disciplina que se da en el aula. La escuela tiene que dejar claras las normas, comportamientos, y valores que los alumnos tienen que cumplir.

Los educadores deben estar siempre pendientes de los comportamientos de sus alumnos. Deben estar también, observando continuamente (ya sea en el aula, horas de patio o en el comedor), para detectar cualquier tipo de actitud violenta o acoso a algún alumno, y poder evitarlo.

En caso de que el acoso ya esté en marcha, los educadores deben hablar por separado con el acosado y los acosadores. También, inmediatamente deberán comunicarle a las familias todo lo ocurrido, para así, entre todos encontrar una solución. Además, sería necesario que tanto el acosador como el acosado tuviera la oportunidad de tratarse con un psicopedagogo.
Si la situación no cambia, lo conveniente sería trasladar al acosador a otro centro educativo, informando a los educadores de la nueva escuela del comportamiento y las actitudes del alumno.

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